La Interfaz Gráfica

Cada día nos maravillamos mas del colorido, sencillez, sentido didáctico, presencia amistosa (así lo dicen los americanos significando con ello, amigable, no atemorizante), de computadores, celulares, minis y micro componentes con que trabajamos o disfrutamos de sano esparcimiento.

Sin embargo, ha sido enorme la lucha intelectual que miles de científicos han llevado a cabo por decenios para ofrecernos tal calidad en aquellas piezas tecnológicas, luego de incontables días -con sus noches- procurando convertir un asunto eminentemente técnico en otro para la gente del común, exento de complejidad, donde lo único que interesa es que lo adquirido sea de manejo simple.

Si nos retrotraemos sesenta (60) años, evocamos el primer computador, el ENIAC, que funcionaba con 18.000 bombillas incandescentes (se escribe rápido pero vaya Ud a ponerlas), las cuales tenían cortísima vida, con empleados en vestido de baño -del insoportable calor que desprendían- y del tamaño de dos habitaciones modernas. Todo para sacar cifras en blanco y negro que permitían hacer cálculos a gran velocidad para la trayectoria de misiles durante la segunda guerra mundial.

El nacimiento posterior del transistor abarató costos, redujo tamaños, mejoró duración, eficiencia, potencia y calidad, pero el resultado seguía en un bicolor imposible de manejar para el lego, para quien lo visto en una agotadora pantalla estaba mas cerca de los jeroglíficos cavernarios que del periódico de ayer. Y seguía siendo asunto científico

La llegada del PC (hacia 1970, cuando la revista Time lo nombró “el Hombre del año” por la revolución que anticipaba), produjo innovaciones, entre ellas la proliferación del ratón (mouse) y las pantallas de letras verdes, pero todavía privilegiando la palabra o la cifra por encima de la imagen, con la notable excepcion de Apple, quien con su Mac empezó a revolucionar la industria para envidia de su competencia. Y con ello captó el interés de los nó iniciados.

A partir de allí se incrementa la guerra comercial entre los creadores electrónicos, modificando diseños, embelleciendo monitores, potenciando discos duros y máquinas por el lado del hardware y por el del software, procurando hacer amistosos los mensajes para el consumidor ya que como lo señaló Bill Gates en su momento, la meta era un PC en cada hogar del mundo cifra de la que hoy no estamos lejos. Para conseguirlo, debían hacer tan sencillo el asunto que fuese cosa de juego hasta para un niño.

De juego (y fuego) fue -cual bomba- la explosión de videoconsolas patentadas por empresas que si bien pasaron a un segundo plano o fueron desapareciendo del mercado (Atari, Commodore, Osborne, Digital, Sperry Rand) abrieron la senda para que otros líderes se posicionaran. Y en el entretanto las interfases (en dos palabras, lo que el usuario observa en su pantalla) se fueron volviendo mas y mas atractivas, sencillas, rápidas, deslumbrantes, baratas y claro, espectacularmente exitosas.

No ha sido nuestro interés en este artículo ahondar en la evolución de la industria (se requerirían ríos de tinta ya que cada ciclo ha generado infinidad de libros) sino indagar el por qué la interfaz gráfica resultó la ganadora de todo el proceso. Fue asunto de neuronas, como dijo el chico en la escuela cuando no contestaba bien su asignatura.

Precisemos que lo escrito (fueren palabras, frases, cifras, estadísticas, matemáticas puras, complejas formulas, oraciones sencillas o elaboradas en cualquier idioma) es un proceso intelectual, logro del ser humano a lo largo del tiempo. Pero también aceptemos -en gracia de discusión- que para el cerebro primero son las imágenes antes que los raciocinios. Asi, en un escrito o análisis concreto lo que se activa es el sistema intelectual -el mas elevado de todos los procesos mentales- mientras que en la imagen se “despierta” el sistema límbico -el mas primitivo. Para probarlo, basta mostrar un dibujo a tres personas distintas: por ejemplo, a un intelectual, un niño y un analfabeta y los tres percibirán inmediatamente lo mismo, aunque después el sistema intelectual de cada cual entregue respuestas diferentes para explicar la misma escena.

De aquí que lo gráfico, inmediato, bello y colorido tenga altas probabilidades de ser recordado (porque exige cero procesamiento cerebral) mientras que lo intelectual transita otro sendero. Eso lo aprendieron los hombres del mundo electrónico generando innovaciones como la TV Digital, la tridimensional, el DVD Blue Ray, computadores con aceleradores gráficos, celulares con pantallas de alta definición, plasmas, libros electrónicos, tablet PC, Iphone, Xbox, Netbook, PC "todo en uno", etc, procurando en síntesis llegar no solo mas rápido sino con mayor impacto visual.

De manera Sr. ejecutivo, que mientras Ud. sea capaz de llevar a su gente cualquier idea o concepto a debatir, de manera gráfica, sin duda alcanzará comprensión instantánea sin requerir de excesivo esfuerzo. Y a menor desgaste por lapso analizado mayor tiempo libre; y como éste vale oro, obtendrá utilidades de todo tipo.

Ramiro Henriquez