La Pirámide Invertida

Si nos detuviésemos por un momento a estudiar una de las palabras mas utilizadas por los buscadores de internet, con seguridad encontraríamos en el grupo líder la de “piramide”, mas nó en su acepción original.

Este nombre, prestado de la geometría y acuñado para extraordinarios monumentos históricos en Egipto, México y Perú ha cedido su nombre a grandes fracasos financieros de todos conocidos, quizás por aquello de la gran base original, es decir, una enorme masa donde viven incautos y la estrecha, puntiaguda y pequeña donde moran astutos forajidos.

Pero también pirámide tiene otras connotaciones en el mundo empresarial, con las cuales durante mucho tiempo se estructuró el organigrama para dirigir empresas (en especial, al finalizar la segunda guerra mundial por la influencia del enfoque militar), donde trabajadores de menor nivel se situaban abajo y los de mayor jerarquía hacia arriba hasta llegar a uno solo (no era el faraón pero casi), particularmente cuando se trataba de gerentes o lideres políticos carismáticos y todopoderosos.

El enfoque piramidal trascendió al mundo empresarial hasta finales del siglo XX cuando empezó a ceder ante nuevas formas de liderar organizaciones -empresariales o políticas- y llegar a las filosofías de empresas de avanzada (Google, orgánicos Whole Foods, Nokia ), mas parecidas al enjambre, ameba o la muy conocida red de internet.

El paso de la una -pirámide- a la otra -red- ha tenido un efecto colateral cual es la revolución dentro de la empresa misma, modificando lo que antes eran "órdenes" emanadas de arriba y "datos" de abajo a arriba, en una zona de confort donde los jefes podían pensar y mandar.

Dicha reorganización se ha dado al interior de la pirámide de antaño, cuando se ha producido: a) mayor conocimiento y b) capacitación de las bases (apoyados en la computadora, sistemas de información, internet, redes sociales) lo cual ha permitido a aquellos ser mas eficaces, subiendo de nivel y reemplazando mas de un jerarca de la vieja guardia.

No es ningún misterio que el primer costo a pagar en este proceso de cambio lo constituyó la pérdida de cierto tipo de funcionarios (secretarias a la vieja usanza; mensajeros internos; asistentes) ya que su función fue reemplazada por máquinas o la misma eficiencia del personal. En otros casos, fueron los jefes quienes se vieron obligados a realizar trabajos de campo para los cuales no estaban preparados (escribir sus propias cartas en un PC o hacer y recibir llamadas telefónicas mediante un celular por citar dos casos), lo cual redujo la organización a una especie de pirámide truncada, con menores niveles entre los cargos superiores y el resto. Empero, todavía subsistían obsoletas formas de mando.

Fue la explosión producida por los sistemas de información e internet lo que empezó a alterar el ritmo de hacer las tareas, cuando empleados anónimos (y muchos de abajo) empezaron a aportar mas y mejores conocimientos, haciendo eco en empresas pioneras como Honda y Toyota en Japón, Microsoft y Dell en USA, Aerolineas SAS en Escandinavia, SAP y BMW en Alemania, Benetton en Italia, Motos Harley Davidson en Inglaterra y las tiendas Zara en España, entre otras, tumbando viejos mitos.

Ello ha producido un verdadero remezón empresarial, convirtiendo aquella pirámide estática en una invertida, donde las máximas cabezas “siguen” la evolución de sus compañías y son los trabajadores quienes jalonan el progreso. Asi por ejemplo, en Toyota, el cuarenta (40%) por ciento de las innovaciones empresariales provienen de sus operarios quienes tienen toda la libertad para luchar por ideas innovadoras, muchas veces con presupuestos autónomos para gastar en investigaciones internas. Y en Google el porcentaje supera fácilmente el sesenta (60%) por ciento.

Lo que ha ocurrido -gracias al conjunto de nuevas tecnologías y sistemas de información- es que se han roto paradigmas hasta hace poco inamovibles, como estos: a) los de arriba piensan mejor que los demás b) los de abajo no tienen experiencia, capacidad ni tiempo ocioso para aportar grandes ideas c) no es posible pensar para aquellos que laboran todo el día frente a una máquina.

Esto demuestra hasta la saciedad que si se le da al trabajador los mejores medios para hacerlo -sin esconderle informacion vital para que la medite y sobretodo cuestione- puede obtener resultados sobresalientes.

Apenas iniciamos la tercera fase, cuyo final todavía no sabemos a donde conducirá pero que sin duda será en beneficio de la clase trabajadora como un todo, en una demostración mas que a igualdad de oportunidades similitud de resultados. Es cuestión de tiempo para que veamos mejores logros y se demuestre hasta la saciedad que sí se puede.

Porque aunque suene a juego de palabras no hay tal; No se trata de invertir “en” pirámides sino invertir “las” piramides empresariales, para realmente incrementar los márgenes de ganancias a escalas sobresalientes.

Ramiro Henriquez