El Motor Del Mundo

Para nadie es un secreto, que los Estados Unidos atraviesan uno de los peores momentos de su historia moderna. Muchos lo han comparado con la crisis del 29 y la verdad es que en mas de un sentido luce comparativamente superior.

Por qué tanto temor?

Varios aspectos: su avasallante poderío económico actual; el liderazgo mostrado ante el mundo (y el cual, en 1929 apenas estaba en etapa de consolidación); la interrelación con otros Estados; la caída de la Unión Soviética; la supremacía tecnológica y la globalización de la economía, entre otros.

De otra parte, los principales países del mundo mantienen grandes inversiones en USA hasta el punto que no mas fue asomar la crisis bancaria su peligrosa nariz cuando la casi totalidad de los bancos centrales del primer mundo estaban enviando dinero para detener el desangre.

No obstante, mantener el liderazgo a escala global tiene su precio y USA lo está pagando caro. Ser el guardián del mundo cuesta un ojo de la cara, tema que no podrá soslayar ni siquiera Barak Obama a pesar de lo prometido en campaña. Es que una cosa es ser candidato (donde se puede prometer el cielo ) y otra distinta liderar el día a día de la primera potencia económica, tecnológica y militar del mundo.

Por eso a partir de su elección, observamos un Obama mas preocupado, con respuestas cortas y poco comprometidas, solicitando de todos su grano de arena para tapar el tremendo hueco fiscal que arrastra la administración actual.

La respuesta adecuada a ésta crisis tendrá que venir de fuentes tanto internas como externas: Las internas, del propio pueblo norteamericano; las externas, del apoyo de los demás países. Atrás quedará la arrogancia gringa -representada a las mil maravillas por George Bush- si de verdad desean superar tamaño embrollo. El mundo espera con paciencia la inclinación de cabeza del imperio.

En otro orden, las dos grandes hecatombes internas, la bancaria y la hipotecaria ( madre e hija) han dado paso a las sectoriales: vehículos, transporte, turismo, bajas ventas de fin de año en la mayoría de los sectores, desempleo record y despidos por millares en todas las áreas de la economía.

Lo anterior ha minado la confianza del pueblo norteamericano, otrora inmune a lo que no fuera éxito y triunfo arrollador, acorde con el pensamiento capitalista en donde no existen -en apariencia- límites para lo que un hombre emprendedor, individualista, pueda conseguir. La realidad de los hechos se ha encargado de demostrar que no lo pueden todo.

Sin embargo, el liderazgo mundial de los Estados Unidos todavía es indiscutible y le irá mejor a los países que lo secundan darle una mano en sentidos tales como: a) aceptando sacrificios compartidos b) invirtiendo mas en Norteamérica c) devaluando o revaluando sus monedas según convenga d) comprando menos o vendiendo mas e) renegociando tratados (se empiezan a escuchar las primeras voces sobre revisión de los TLCs con México y Canadá) y los no aprobados estarán sujetos a nuevas condiciones, con ventaja para USA.

La encrucijada está planteada mas no se vislumbra en lontananza solución distinta a colaborarle al coloso ya que su caída puede ser peor que la enfermedad. Ayudar a empujar la carreta del motor del mundo es el mejor camino por ahora, mientras el resto de los países encuentran pastos mas adecuados para sus siembras.

Ramiro Henriquez
Miami, Florida.