Video Por Internet: Imparable

La historia de internet es tan apasionante como la mejor novela de misterio y suspenso. Comentemos otro capítulo.

Lo que empezó como una serie de proyectos entre universidades -con aplicaciones militares, en la década de los cuarenta del siglo pasado- ha venido evolucionando de manera permanente, a veces lenta y en otras rápida, apoyándose en múltiples desarrollos tecnológicos como telecomunicaciones, satélites, mini y micro computadoras, portátiles y últimamente móviles como palms, Iphones y blackberries con ayuda invaluable del celular.

De otra parte, en los albores de ésta revolución hicieron su aparición las páginas escritas donde lo único permitido eran la palabra y aplicaciones financieras, matemáticas o contables, lo cual dió paso a imágenes en blanco y negro; luego el color hace su entrada triunfal pero con la carga de su pesadez para bajarlas a los computadores, para terminar hoy día con espectaculares imágenes que una creciente velocidad de conexión ha permitido adquirir rápida y eficazmente, muchas veces sin costo para el usuario.

Empero, tanto internet como la computadora son inventos que no permiten atribuirse paternidad única pues son resultante de mentes brillantes trabajando al unísono, investigando en proyectos distintos como los reseñados. Pero su unión (la palabra precisa es convergencia) es la que ha traído la maravilla que disfrutamos ahora.

El siguiente paso en el progreso de la imagen (o foto fija) fue su movimiento y ello tardó un poco mas por la dificultad de encapsular millones de bytes para que viajasen a través de las redes; pero a medida que se ha venido consiguiendo (y abaratando, porque sin masificación de los mercados nada crece) las dinámicas escenas en movimiento han venido dado paso a mejores presentaciones y videos.

Recapitulando, La historia del video por internet es reciente pero hace poco era común verlos de una hora de duración -los que había que estudiar en varias sesiones cuando no bajarlos durante días o quizás noches- en una labor paciente y dura.

Pasadas las primeras pruebas, los productores se dieron cuenta que presentaciones tan largas llevaban a la monotonía y dilación por lo que no tendría mercado y en consecuencia, empezó el proceso de recorte primero a media hora y luego a quince minutos. Obviamente, a medida lo hacían su audiencia aumentaba al paso que las velocidades de conexión mejoraban, los computadores de escritorio y portátiles se hacían más potentes y rápidos, se revolucionaba el mundo celular y en suma más gente entraba al sistema.

La etapa final -en la cual estamos- en que los videos se han recortado a un promedio de nueve minutos por presentación (youtube.com es el ejemplo perfecto), considerado por los expertos el tiempo mas largo que un ejecutivo puede destinar a ver una presentación de principio a fin por buena que sea; mas allá de ese lapso queda para posterior ocasión pero ese aplazamiento se diluye con el tiempo, por la cantidad de información que se maneja a diario.

De otra parte, los expertos consideran que el tiempo adecuado para que un video sea visto en una sola pasada sin la más mínima interrupción -ni siquiera un teléfono sonando siempre que el cybernauta esté motivado a verlo- es de seis minutos; sin embargo, para mensajes publicitarios, de información rápida o testimonial no debería superar los noventa segundos. A eso hemos llegado desde los ya “arcaicos” tiempos del video de sesenta minutos de extensión.

Recuérdese que en el mundo de la súper-autopista de información un mes calendario equivale a un año.

En conclusión, la tendencia visual será cada vez más fuerte y hará que las páginas del internet se llenen de colorido, dinamismo y acción, hasta el punto que quien no participe de la tendencia quedará por fuera de la fiesta. Amanecerá, leeremos y sobretodo veremos cuando algún video noticioso lo anuncie.

Ramiro Henriquez
Miami, Florida