Sorprendente planteamiento ? absurdo punto de vista ? Que va!
Podría sonar a herejía pero no hay tal, al estudiar la andanada verbal del presidente Chávez hacia el presidente Alvaro Uribe de Colombia, por lo uno, por lo otro; por que me puso y luego me quitó; por mentiroso el colombiano o por arrodillado ante el imperio; un presidente que no quiere la paz; por indiferente ante los secuestrados y mil y una falacia mas que no hacen sino enrarecer el ambiente de las relaciones entre Colombia y Venezuela, países unidos por historia, cultura, economías, presente y futuro.
Pero lo que el presidente Chávez ha olvidado es que no hay nada que haga unir mas a un pueblo que la defensa de un líder sólido (Uribe lo es, por mucho que discrepemos de algunas de sus ideas y enfoques; o critiquemos su -en ocasiones- excesivo autoritarismo). Es que el ataque irracional de Chávez, plagado de inexactitudes, exageraciones y acomodaticio, busca ante todo atornillarse en el poder de su propio gobierno quizás para hacer olvidar (tampoco lo consigue) su primera derrota en las urnas o las penurias económicas y sociales de un país como el Venezolano que a pesar de su "oro negro" se empobrece día a día, para lamento de sus propios dirigentes locales muchos de ellos hombres sumamente capaces pero con las manos atadas, cuando no viviendo en el extranjero, amenazados o voluntariamente asilados.
La seguidilla de ataques de Chávez hacia Uribe ha conseguido para éste último lo que ningún adversario político en Colombia ha logrado y es el efecto contrario: aumentar dramáticamente sus índices de popularidad (al momento de escribir estas líneas es el presidente latinoamericano de mas alta favorabilidad y contando), uniendo a todos a su alrededor incluida la izquierda moderada; generando simpatías en Europa y Norteamérica; cerrando filas en torno a la bandera del antisecuestro (delito atroz), ya fuere contra las Farc o cualquier grupo subversivo colombiano al margen de la ley.
Quisieran los opositores políticos del presidente Uribe dentro del país, recibir una bandera similar a la que Chávez le esgrime al mundo con relación a éste dado que no existe mejor forma de cohesionar a los colombianos que atacar sin razón a su presidente. De otra parte, Chávez no es ningún tonto y una vez percibe que un argumento no tiene aceptación internacional lo cambia por el siguiente solo que consiguiendo el efecto adverso. Y con la torpeza política de un novato gana adeptos y simpatías un día (liberación de Clara y Consuelo) para perderla al siguiente con salidas fuera de tono ("las Farc nó son terroristas") que no le ha granjeado el primer apoyo a nivel mundial ni siquiera de sus mas fuertes aliados.
Decir que Chávez es un hombre ingenuo es un despropósito -no olvidemos que es la reencarnación de Simón Bolívar solo que sin casi nada de lo que poseía el Libertador; empero con indudable talento-. Pero de allí a aceptar sus interpretaciones tergiversadas de lo que considera la realidad latinoamericana hay mucho trecho. Sin contar con un discurso socialista derrotado hace tiempos por la tecnología, el computador y la internet a través de un mundo cada vez mas globalizado al cual no son ajenos ni siquiera Rusia, China, Vietnam y Europa Oriental.
Pero definitivamente quien sale pésimamente librada de este desigual combate (Chavez vs el mundo) es una Venezuela a la cual queremos y que nos duele su suerte.
Ojalá al discípulo de Fidel (su autoproclama) le llegue su momento de sensatez y abandone la estéril lucha de hacer perder imagen al presidente de Colombia redirigiendo mas bien sus esfuerzos a sacar a Venezuela de un pantano tan negro como su petróleo. Si así lo hiciere los contradictores políticos colombianos del presidente Uribe serán los primeros en agradecerlo. Porque lo está ayudando como el mejor de los aliados políticos.
Ramiro Henriquez
Miami, Florida.